viernes, 23 de enero de 2009

Pedidos bien hechos...

Hasta hace un par de meses Amalia estaba sumamente abocada a su mundo espiritual.
Terapias florales, reiki, meditación los días sábados, misas de curas sanadores, mails de metafísica, dietas macrobióticas, todo era bueno para hacer pedidos a Dios y al Universo, hacía un culto de su soledad en paz, y su fuerte compromiso con no crear dependencia emocional.
Una tarde cualquiera de primavera, con un fuerte dolor en su rodilla izquierda, pidió un taxi para ir en busca de un traumatólogo que le aliviara sus nanas. Conduciendo el automóvil, llegó Luis, fanático de las motos, de charlar hasta con las piedras, organizador de asados, dispuesto a cocinar y a arreglar cualquier artefacto averiado y con cuarenta minutos de charla logró sacarle el número de su celular.
A Amalia le cambiaron la expresión de la cara, las costumbres alimenticias, los hábitos de los fines de semana y una que otra convicción acerca de su libertad.
No cabe duda de que el Universo escucha y concede los pedidos bien hechos!!!!!