miércoles, 12 de enero de 2011

no sé...

No sé si sabes,
adivinas o presientes,
que mi alma no se aquieta
con distancias...
no sé por quien ríes,
por quien rezas,
a quien llamas,
cuando la noche
se rinde ante tus añoranzas...
Sólo sé
que me gusta soñarte
eterno sembrador
de pasiones deletreadas.

mi refugio...

Cuando el silencio me abraza
me refugio en tus palabras...
cuando mis ojos se cargan
de gotas extraviadas
por rocíos persistentes
busco amanecer en tus palabras...
cuando deseo que la aurora
huela a jazmines y magnolias
elijo rendirme ante la magia
de tus palabras...

la vida...

Tan bella como intensa
así de frágil es la vida,
a veces generosa
y otras esquiva.
Se trepa
a las flores blancas,
a las pieles trémulas,
a las olas embravecidas,
a los perfumes dulzones,
a las palabras pródigas,
a las soledades pertinaces,
a los amaneceres esperanzados,
a los silencios filosóficos,
a los atardeceres melancólicos ...
Tesoro prestado o eterno ,
pero frágil, muy frágil,
la vida...

ver el mar...

Dejaba vagar mi mirada
perdida en el horizonte,
hasta que vi
que estaba perdiendo ver el mar.
Inconmensurable y eterno,
intensamente bello,
insuperable e inquieto.
el mar...
Como balsas
empujadas por mil vientos
nuestras vidas
acunadas por ese mar...

canción de luna

De la inmensidad del horizonte
emerge en plenitud
rosada, hechicera y sugerente ,
el viento del sur
baila entre nuestras voces,
ruge el mar un juramento
de amor inacabable,
la magia del plenilunio
nos abraza,
somos peregrinos
adoradores de la vida,
la búsqueda de la chispa eterna
es nuestra danza...

noche de plenilunio...

Tibia noche de plenilunio...
necesito creer más que nunca
que el amor existe,
en la risa de un niño,
en el refugio de los abrazos,
en la ternura de los amigos,
en los sueños proyectados.
Que hay un amor desde
el principio de los tiempos,
infinito y verdadero,
mágico y correspondido,
tierno y arrebatado,
que recorre un laberinto
del que saldrá liberado.

las palabras...

Las palabras como tibias palomas,
de sus nidos al horizonte,
del horizonte hacia mí,
en su vuelo
agitan fuegos,
colorean sueños,
dibujan fantasías,
regalan esperanzas,
juguetean hasta ser niñas.
Las palabras que no saben
de prudencia ni razones,
de calendarios ni pactos
cuelgan estrellas puras
en lo gris del ocaso.

si la luna fuera ajena

Si no existiera
entre nosotros
más que la fugacidad
del sentirnos estremecidos
por el deseo macerado
en la danza de nuestras palabras...
si la luna fuera ajena
y los aromas hurtados,
si fuera un capricho
de existencias distraídas
el habernos y no habernos encontrado,
te guardaré
entre mis tesoros de ternura,
entre mis agradecimientos
por sentir, por sonreír,
por seguir vibrando.

hacia vos...

Aún con pasos inciertos,
con aleteos trémulos,
con el alma al descubierto,
con el cuerpo que se aliviana
y el fuego listo...
para entibiar tu refugio
de cuasi-soledades
y algunos desconciertos,
voy hacia vos...
proclama de vida,
sueño de amor.