Ya no me dueles,
te guardo en mis plegarias...
ya no me hieres,
sé quien soy,
porqué te quise
y cuál es mi sueño,
ya no te temo,
sé que la vida
es siembra y camino,
tormenta y brisa mansa...
Ya no te tiemblo,
sólo abro mi corazón
para que se acerque
tu alma.