Encontré en tus palabras
manantial de fantasías,
y bebí de ellas,
sedienta, ansiosa, ilusionada...
alimenté mis torrentes,
recuperé el latido,
recordó mi piel
estremecimientos perdidos
y volví a la risa
sin aparente causa...
Quizás fueron sólo
mis fantasías...
más reencontré
el río de mi vida
buscando cauce
en playas lejanas...