domingo, 29 de marzo de 2009

Viajando de regreso (1)

Hola amigo!!!!
No soy devota de la nostalgia, es un dogma que suele absolver o condenar con demasiada ligereza...
Pero hoy siento que mi piel huele a nostalgia, es la vejez cercana o es el aire que se impregna de fragancias de eucaliptos, paraísos y “ buenas noches”,algunos sonidos, el susurrar de brisas cálidas, algún grillo que quedó olvidado.Esos nombres difíciles de pronunciar que no siempre responden a las imágenes cada vez más difusas.
Me pregunto una y mil veces como sería mi vida si hoy estuviera en el pueblo.
Mis hijos andarían por el mundo, a veces cerca a veces lejos, igual que ahora?, es decir estaría igual de colgada a los teléfonos, o a internet, mirando noticieros y pidiendo al cielo “ que todos estén bien”.
Estaría luchando con la tierra para hacer germinar semillas, seguramente en un patio y no en macetas.
Podría volverme anónima en las calles?, ni de chica podía hacerlo,por mucho que lo intentara, todos sabían mi nombre y mi historia.
Más allá de la plaza, habrán armado un circuito para caminar las treinta cuadras diarias que me aconseja el buen cuidado de la salud?
Habrá llegado al pueblo la moda de practicar yoga y pilates ?
Las mujeres de mi edad tienen donde ir a reunirse, pedir un café y desplegar fotos de hijos y de nietos?
Biblioteca hay, por lo tanto tendría donde pasar las tardes...
Las mujeres discuten política a la par de los hombres? .
Se plantean con serenidad y firmeza las cuestiones de género?.
Quizás pudieras responderme a alguna de tantas preguntas, sabes???? estoy planeando mi regreso.
Abril de 2008.
***Cuando de amores se trata aún los más sinceros dejan cicatrices, así como los ideales más puros dejan secuelas de culpas***
Iba a encontrarme con un abrazo o diez o cien, o sólo con mi ingenuidad y mi inocencia sentadas aún en aquel banco de aquella plaza.
Buscaba el pasado?, NO...; el presente?, TAMPOCO...
Al presente no solemos reconocerlo hasta que se nos fugó detrás de un mirada distraída.
El bamboleo del micro me obligó a entreabrir los ojos, a sentir la pesadez de ese calor seco y persistente tan diametralmente opuesto al aire fresco y húmedo de la cercanía del Atlántico.
El sol envolvente, insoslayable, el viento con presencia propia , levantando polvaredas, la tierra seca,reseca, implorante pero entregada al fin al juego de revoloteos circulares que dictaba el viento...
Quisiera percibir el aroma a paraísos, pero es más persistente el olor humanidad transpirada que sube y baja a los pocos kilómetros,. Y al fin veo a esos arbolitos delgados y frágiles entremezclados con tunas y unos que otros pastizales a los bordes de canales secos.Me estremeció la presencia de las tunas, no las había recordado hasta el momento, cuánto más no había recordado???
Entre cabeceo y cabeceo, una mujer me pregunta:--Va a “Moise” ?
-- Sí, vuelvo después de veinticinco años?
-- Ah!!! Era de acá?
-- Sí, toda mi familia lo era, mi papá trabajaba en la tienda, era Santiago.
-- Ah!!! No lo recuerdo, tiene parientes, todavía?--Cuando le voy a contestar que sí, levanta trabajosamente sus bolsa y pide bajar en el primer cruce.
El chofer discute con un chiquilín de no más de doce años...
--Me debés veinticinco centavos de esta semana y los de la anterior, el boleto aumentó.-- La semana próxima se los traigo.
-- Eso ya dijiste la anterior, la próxima vez no te levanto.
Pienso que quizás debiera intervenir y darle un par de monedas al niño, pero se lo ve seguro,digno, sabe defenderse.
Me pierdo en un paisaje de casas descascaradas, creo reconocerlas y un nudo estruja mi estómago, no quiero llorar, no todo debe haber quedado detenido en el tiempo.
Casi trabajosamente el micro avanza por las calles vacías y con una sencilla maniobra estaciona en un playón, junto a un cantero con plantas algo deshilachadas, más allá unas oficinas de construcción reciente.
Bajo lentamente y entonces la veo, alta, elegante, sonriente, con esa expresión de seguridad y valentía que tanto admiré en la adolescencia...
Nos fundimos en un abrazo, es mi amiga , Beatriz, nos decimos frases banales y a la vez tan profundas.
-- Recorrí mil kilómetros por este abrazo.
-- Bienvenida!!! tantos años!!!
-- Si , nosotras hace cuarenta y dos años que no nos vemos.
-- Una vida entera.
-- Estás igual!!!
-- Ya quisiera eso .!!!
Avanzamos lentamente, me ayuda a llevar un bolso innecesariamente cargado, avanzamos hacia la hospitalidad de la casa de sus padres, gente sabia, gente buena, profundamente humana y religiosa.
En una mateada acompañada de masitas y tortas caseras, hablamos y hablamos, contándonos sin parar, nos ponemos al tanto, estado civil actual, hijos, nombres , profesiones, nieta, como si el tiempo se nos fuera escapar, como queriendo salvar en minutos, una larga herida de ausencia.
Una y otra vez en miradas, una mano extendida, una sonrisa, nos reafirmamos que los afectos nunca perecen... Sólo quedan guardaditos en un rincón de nuestra historia , listos para ser reencontrados.