Busco tu pecho,
campo aromado de mentas y lavandas,
busco tus brazos
puerto apacible para mi andar incierto,
busco tu aliento,
tus palabras coloridas,
tus manos seguras de caricias blandas.
Busco tu música
de hombre que busca encontrarse
deshaciendo pasadas marañas.
Busco tus sueños ocultos,
tus noches de luna,
tus días de playa,
el sol en tu cuello,
tu risa en cascada...
No sé si aún hay tiempo,
pero no me canso de buscarte.