Nuestro secreto
consiste en que ambos sabemos
que somos fantasía.
Que el todo y el nunca
son territorios de ambigua valía.
Sabes que saldré cada mañana
a buscarte en una maraña,
y dejas tendida la mesa
para un festín de palabras.
Y aunque nunca medie
un andar tranquilo,
un susurro cierto,
acudiremos a estas citas
que nos abriguen del invierno...
