domingo, 17 de mayo de 2009

Una tarde de domingo

Vivimos en un mundo jaqueado por el miedo.
Miedo a que las epidemias se conviertan en pandemias.
Miedo a las crisis económicas, que ya no son patrimonio de las naciones emergentes sino tambien sacuden a las naciones fuertes.
Miedo a que la corrupción le gane la pulseada a la honestidd de los que anonimamente día a día realizan su tarea con dedicación y esfuerzo.
Pero lo que personalmente más me asusta es que el fenómeno del individualismo ha ganado varias pulseadas.
Cuando éramos jóvenes defendíamos, entre otras muchas cosas.....la libertad individual, como una necesidad para vivir nuestra vida siempre eligiendo, dándonos permiso para salir de lo establecido, de lo normado....nos agrupábamos para muchos reclamos, pero luego nos replegábamos orgullosos en nuestro individualismo.
Hoy este punto de vista se ha convertido en un modo , una razón de existencia que arrincona a gente de todas las edades a espacios solitarios y no siempre agradables.
Los que momentánemente están bien acompañados suelen dar diatribas a los que vivimos solos, dando mil y una fórmula con la que se suponen que todos debiéramos vivir felices. Pero basta recorrer las calles de una ciudad cualquiera, especialmente los domingos , para ver rostros tristes de seres que deambulan en silencio.
Y entonces me preguntó ¿ que nos pasó?, es esto sólo una etapa o es así como seguirá perfilándose el futuro.
En que recodo de nuestra cultura los humanos pasamos de ser gregarios a solitarios en tránsito por espacios poblados...... Casi nadie sabe nada acerca del que pasa a su lado, faltan saludos, preguntas amables, voces gratificantes, gestos de afectos.
A veces dudo si las tribus primitivas no eran más humanas, con roles delimitados, con presencias constantes.
Sé que en el transcurrir de los siglos ganamos mucho en hechos y derechos, pero qué falta aún para que nos sintamos parte de un todo, sin tener que pedir permiso para sentirnos acompañados?
El índice promedio de vida ha aumentado, las comodidades aumentaron, ( más para unos que para otros), los llamados medios de comunicación se expanden vertiginosamente ...y entonces que nos pasa?.
Hoy domingo al mediodía, sé con quien iré a almorzar y lo agradezco a la vida, pero en verdad extraño la posibilidad de ir por la tarde a la plaza de mi pueblo, que era pequeñísimo....dar una vuelta, en la que seguramente me encontraría con mis vecinos, mis amigos, con el saludo de todos ellos , los comentarios del día, sus preguntas que hoy no me parecerían inoportunas, allí nunca me sentí sola.
No les pasa algo parecido??????